jueves, 31 de mayo de 2012

BENEFICIOS, RIESGOS Y CONTRAINDICACIONES DE LA ACTIVIDAD FÍSICA.


Diferentes estudios sociológicos muestran un alto grado de sedentarismo
en la población escolar española, siendo la adolescencia una etapa de la vida
donde se reduce de forma importante la práctica de ejercicio físico. El estudio
de las conductas de los escolares relacionadas con la salud (ECERS) muestra
un gran porcentaje de adolescentes sedentarios, que va aumentado con la
edad, especialmente en las chicas (Mendoza, 2000). Casimiro (1999) evidenció
que del final de primaria al final de secundaria se produce un descenso
significativo del nivel de actividad física de los escolares, tanto en chicos como
en chicas. Este sedentarismo es uno de los factores de riesgo de las
enfermedades cardiovasculares, metabólicas (obesidad, hipercolesterolemia,
hiperlipidemias, hipertensión arterial, osteoporosis y diabetes) y respiratorias,
junto al consumo de tabaco, alcohol, el estrés y una dieta desequilibrada.
Los mayores beneficios saludables se obtienen cuando se pasa del
sedentarismo a niveles moderados de condición física o actividad, y los
beneficios no aumentan más cuando se pasa de niveles moderados a altos
niveles de condición física o actividad. Por el contrario, mientras los riesgos
derivados de la actividad son muy reducidos a niveles moderados de actividad,
estos aumentan exponencialmente cuando la intensidad es muy importante.
Además, cualquier actividad no es necesariamente saludable, sino que
depende de la intensidad, las características personales, la frecuencia, la
seguridad, la satisfacción, la relación social y el respeto al medio ambiente,
entre otros aspectos.11
Parece prudente intentar maximizar los beneficios y disminuir los riesgos,
en el caso de realizar ejercicio físico para mejorar de la salud, siendo el
ejercicio moderado regular la mejor alternativa.
La práctica regular de actividad física produce una serie de adaptaciones
morfológicas y funcionales que mejoran la salud psico-biológica en diferentes
sistemas funcionales:
Aparato locomotor:
- Huesos: estimulación de la osteoblastosis, mejor nutrición del cartílago de
crecimiento, condensación y ordenación de las trabéculas óseas, incremento de
la mineralización y densidad ósea (previene fracturas, osteoporosis y otras
lesiones del sistema óseo).
- Articulaciones: mejora la lubricación articular e incrementa la movilidad articular
(previene procesos artrósicos y artríticos).
- Músculos y ligamentos: aumento de la síntesis y ordenación de las fibras de
colágeno, incremento de la resistencia tendinosa y ligamentosa, hipertrofia
muscular general o selectiva (fibras lentas o rápidas), mejora metabólica
(aeróbica y anaeróbica).
Sistema cardio-vascular:
- Corazón: aumento del tamaño (fundamentalmente del ventrículo izquierdo) y de
las paredes del músculo cardíaco.
- Vasos sanguíneos: mayor densidad alveolo-capilar, mejora de la elasticidad y
resistencia de las paredes arteriales (se disminuye la resistencia periférica total y
disminuye la tensión arterial y la arteriosclerosis).
- Volumen sanguíneo o gasto cardíaco: incremento durante la práctica de actividad
física, con ligero aumento de la hemoglobina total transportada en sangre.
- Frecuencia cardíaca: disminución en situación basal y de reposo, disminución
durante trabajos submáximos, y en menor medida, en trabajos máximos.
- Volumen sistólico: incremento durante trabajos máximos y submáximos.
- Presión arterial: disminución en situación basal y de reposo, en mayor medida la
tensión arterial sistólica que la diastólica, posibilidad de incremento de la sistólica12
ante trabajos máximos (aumentando la tensión arterial diferencial), lo que
favorece la asimilación del esfuerzo físico de alta intensidad.
Sistema respiratorio:
- Pulmones: incremento de las cavidades pulmonares, por incremento de la
elasticidad de los músculos respiratorios y ligamentos.
- Vías respiratorias: incremento de la superficie de contacto entre alvéolos
pulmonares y capilares sanguíneos, mejora de la difusión pulmonar.
- Musculatura respiratoria (diafragma, abdominales e intercostales): incremento de
la fuerza y elasticidad muscular.
- Capacidad vital: aumento, condicionado por las mejoras en ventilación y
frecuencia ventilatoria.
- Ventilación total y frecuencia ventilatoria: disminución en esfuerzos submáximos
e incrementos en esfuerzos máximos.
- Volumen corriente: incremento en esfuerzos máximos.
Metabolismo:
- Incremento del consumo de oxígeno máximo: mejora de los procesos fisiológicos
de ventilación, difusión, perfusión, transporte de gases en sangre, intercambio de
gases con el músculo y utilización del oxígeno por el mismo (mejora la diferencia
arterio-venosa de oxígeno).
- Metabolismo aeróbico muscular: aumento del número y tamaño de mitocondrias,
reserva y utilización de triglicéridos, aumenta el contenido de mioglobina y la
actividad enzimática oxidativa.
- Lipoproteínas: incremento de la lipoproteína de alta densidad (HDL) para
transportar el colesterol y disminuye la lipoproteína de baja densidad (LDL) que
deposita el colesterol en las paredes arteriales.
Sistemas de dirección: sistema nervioso y sistema endocrino:
- Sistema nervioso de relación: mejora de los procesos de recepción, elaboración
y transmisión de información sensitiva y motora desde el aparato locomotor a
sistema nervioso y viceversa; mejora de las coordinaciones intra e intermuscular.13
- Sistema nervioso vegetativo o autónomo: regulación del funcionamiento corporal
por adecuación de la actuación del eje hipotálamo-hipófisis-glándulas dianas,
condicionando un mejor ajuste a situaciones de alerta y estrés (mejora del
sistema nervioso simpático) y, por otra parte, una economía de las funciones
vitales (mejora del sistema nervioso parasimpático).



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