jueves, 31 de mayo de 2012

Obesidad infantil en Chile



¿Responsabilidad individual o responsabilidad social?

Chile, al igual que muchos países en el mundo, presenta un aumento en el número de casos de niños con sobrepeso y obesidad. Las cifras actuales muestran que este problema constituye uno de los principales problemas de salud pública del país. Nuestro país cuenta con información privilegiada gracias a la evaluación del peso y talla efectuada a los niños menores de seis años que se efectúa en los controles de salud de los establecimientos de atención primaria de salud, así como en las escuelas en el primer año básico. Estas actividades han permitido conocer el problema, así como observar su tendencia en el tiempo.
Datos provenientes de numerosos estudios muestran que variables como la edad, el nivel socioeconómico, así como la región del país, tienen una enorme influencia en la frecuencia del problema, encontrándose que en la medida que va aumentando la edad, la prevalencia de obesidad es mayor. Cuando los datos se analizan por regiones, se encuentra que la obesidad infantil  es mayor en las regiones extremas del país como Arica y Magallanes y cuando se analiza por nivel socioeconómico, la mayor frecuencia  aparece en los niños pertenecientes a los quintiles de ingresos más bajos o sea lo más pobres.
La información que entrega anulmente la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (www.junaeb.cl) muestra que en los escolares la obesidad alcanzó el año 2006 un 19,4%.
La principal causa de sobrepeso y obesidad en las personas está determinada por un exceso en la ingesta de energía por sobre el gasto de ella, mediada por  factores sociales, genéticos, ambientales. Sin embargo, el rápido aumento de niños con obesidad durante los últimos años apunta a que los factores genéticos no son la causa fundamental del problema, ya que el patrimonio genético de las poblaciones ha sido relativamente estable en el tiempo. Por eso, si bien la genética puede ser importante, el sobrepeso y la obesidad son actualmente la expresión de factores ambientales inadecuados como son los mediados por una inadecuada alimentación y la falta de actividad física.
La mayor prevalencia de obesidad en las familias de los niños obesos reafirma que éstas tienen un rol fundamental en la génesis y mantenimiento de la obesidad infantil, posiblemente, a través de un efecto combinado de predisposición genética y especialmente de transmisión de hábitos de vida.
El cambio del modelo económico en la gran mayoría de los países, Chile entre ellos, ha contribuido a la modificación de los estilos de vida, incorporando hábitos  que han modificado la dieta tradicional chilena. Esta nueva forma de alimentarse se caracteriza por un consumo importante y frecuente de alimentos ricos en calorías, grasas, especialmente grasas saturadas, grasas trans, sal y  azúcares simples. Estos alimentos suelen ser de bajo costo, de fácil acceso, se anuncian en forma muy atractiva en los medios de comunicación y tienen atractivas presentaciones que han sido diseñadas especialmente para los niños. Estos patrones alimentarios, asociados a una disminución en la actividad física (menor cantidad de juegos al aire libre, aumento de horas de TV y computador, automatización de la vida) han permitido que parte de la energía proporcionada por la dieta se ahorre, contribuyendo al depósito de grasa corporal y al desarrollo de la obesidad.
La obesidad infantil al igual que la obesidad del adulto se asocia en un número importante de casos de enfermedades tales como dislipidemias (colesterol elevado), hiperinsulinemia, intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, alteraciones ortopédicas (dorso curvo, pie plano y escoliosis), apneas del sueño, exclusión social y otros problemas como baja autoestima, depresión y desórdenes del apetito. Todas estas patologías presentes ya en esta generación de niños determinarán que ellos tengan mayores necesidades de atención médica cuando sean adultos jóvenes, las que se sumarán a las otras urgentes necesidades en salud  presentes en otros grupos de población. Inevitablemente los costos en salud irán aumentando y la calidad de vida se deteriorará aún más por la complejidad que significa el manejo de las enfermedades crónicas.
El principal desafío para las autoridades sanitarias es el fuerte aumento en los costos de salud, ya que estas personas relativamente jóvenes con más de un factor de riesgo crónico necesitarán diferentes y numerosas atenciones profesionales para tratar de mantener la salud y una aceptable calidad de vida.

    

VÍDEOS DE PLANES DE ENTRENAMIENTO


























































BENEFICIOS, RIESGOS Y CONTRAINDICACIONES DE LA ACTIVIDAD FÍSICA.


Diferentes estudios sociológicos muestran un alto grado de sedentarismo
en la población escolar española, siendo la adolescencia una etapa de la vida
donde se reduce de forma importante la práctica de ejercicio físico. El estudio
de las conductas de los escolares relacionadas con la salud (ECERS) muestra
un gran porcentaje de adolescentes sedentarios, que va aumentado con la
edad, especialmente en las chicas (Mendoza, 2000). Casimiro (1999) evidenció
que del final de primaria al final de secundaria se produce un descenso
significativo del nivel de actividad física de los escolares, tanto en chicos como
en chicas. Este sedentarismo es uno de los factores de riesgo de las
enfermedades cardiovasculares, metabólicas (obesidad, hipercolesterolemia,
hiperlipidemias, hipertensión arterial, osteoporosis y diabetes) y respiratorias,
junto al consumo de tabaco, alcohol, el estrés y una dieta desequilibrada.
Los mayores beneficios saludables se obtienen cuando se pasa del
sedentarismo a niveles moderados de condición física o actividad, y los
beneficios no aumentan más cuando se pasa de niveles moderados a altos
niveles de condición física o actividad. Por el contrario, mientras los riesgos
derivados de la actividad son muy reducidos a niveles moderados de actividad,
estos aumentan exponencialmente cuando la intensidad es muy importante.
Además, cualquier actividad no es necesariamente saludable, sino que
depende de la intensidad, las características personales, la frecuencia, la
seguridad, la satisfacción, la relación social y el respeto al medio ambiente,
entre otros aspectos.11
Parece prudente intentar maximizar los beneficios y disminuir los riesgos,
en el caso de realizar ejercicio físico para mejorar de la salud, siendo el
ejercicio moderado regular la mejor alternativa.
La práctica regular de actividad física produce una serie de adaptaciones
morfológicas y funcionales que mejoran la salud psico-biológica en diferentes
sistemas funcionales:
Aparato locomotor:
- Huesos: estimulación de la osteoblastosis, mejor nutrición del cartílago de
crecimiento, condensación y ordenación de las trabéculas óseas, incremento de
la mineralización y densidad ósea (previene fracturas, osteoporosis y otras
lesiones del sistema óseo).
- Articulaciones: mejora la lubricación articular e incrementa la movilidad articular
(previene procesos artrósicos y artríticos).
- Músculos y ligamentos: aumento de la síntesis y ordenación de las fibras de
colágeno, incremento de la resistencia tendinosa y ligamentosa, hipertrofia
muscular general o selectiva (fibras lentas o rápidas), mejora metabólica
(aeróbica y anaeróbica).
Sistema cardio-vascular:
- Corazón: aumento del tamaño (fundamentalmente del ventrículo izquierdo) y de
las paredes del músculo cardíaco.
- Vasos sanguíneos: mayor densidad alveolo-capilar, mejora de la elasticidad y
resistencia de las paredes arteriales (se disminuye la resistencia periférica total y
disminuye la tensión arterial y la arteriosclerosis).
- Volumen sanguíneo o gasto cardíaco: incremento durante la práctica de actividad
física, con ligero aumento de la hemoglobina total transportada en sangre.
- Frecuencia cardíaca: disminución en situación basal y de reposo, disminución
durante trabajos submáximos, y en menor medida, en trabajos máximos.
- Volumen sistólico: incremento durante trabajos máximos y submáximos.
- Presión arterial: disminución en situación basal y de reposo, en mayor medida la
tensión arterial sistólica que la diastólica, posibilidad de incremento de la sistólica12
ante trabajos máximos (aumentando la tensión arterial diferencial), lo que
favorece la asimilación del esfuerzo físico de alta intensidad.
Sistema respiratorio:
- Pulmones: incremento de las cavidades pulmonares, por incremento de la
elasticidad de los músculos respiratorios y ligamentos.
- Vías respiratorias: incremento de la superficie de contacto entre alvéolos
pulmonares y capilares sanguíneos, mejora de la difusión pulmonar.
- Musculatura respiratoria (diafragma, abdominales e intercostales): incremento de
la fuerza y elasticidad muscular.
- Capacidad vital: aumento, condicionado por las mejoras en ventilación y
frecuencia ventilatoria.
- Ventilación total y frecuencia ventilatoria: disminución en esfuerzos submáximos
e incrementos en esfuerzos máximos.
- Volumen corriente: incremento en esfuerzos máximos.
Metabolismo:
- Incremento del consumo de oxígeno máximo: mejora de los procesos fisiológicos
de ventilación, difusión, perfusión, transporte de gases en sangre, intercambio de
gases con el músculo y utilización del oxígeno por el mismo (mejora la diferencia
arterio-venosa de oxígeno).
- Metabolismo aeróbico muscular: aumento del número y tamaño de mitocondrias,
reserva y utilización de triglicéridos, aumenta el contenido de mioglobina y la
actividad enzimática oxidativa.
- Lipoproteínas: incremento de la lipoproteína de alta densidad (HDL) para
transportar el colesterol y disminuye la lipoproteína de baja densidad (LDL) que
deposita el colesterol en las paredes arteriales.
Sistemas de dirección: sistema nervioso y sistema endocrino:
- Sistema nervioso de relación: mejora de los procesos de recepción, elaboración
y transmisión de información sensitiva y motora desde el aparato locomotor a
sistema nervioso y viceversa; mejora de las coordinaciones intra e intermuscular.13
- Sistema nervioso vegetativo o autónomo: regulación del funcionamiento corporal
por adecuación de la actuación del eje hipotálamo-hipófisis-glándulas dianas,
condicionando un mejor ajuste a situaciones de alerta y estrés (mejora del
sistema nervioso simpático) y, por otra parte, una economía de las funciones
vitales (mejora del sistema nervioso parasimpático).